Las bodegas Rioja Alavesa es un enclave único que cuenta con un paisaje natural incomparable y un patrimonio histórico-cultural que pocas zonas poseen. Descubre a través de sus vinos y viñedos la comarca, su historia y sus gentes. Disfruta con los cinco sentidos de los placeres que esconde la DO Rioja.
Lo mejor del vino de Rioja
Entre las Sierras de Cantabria y Toloño que frenan los fríos vientos del Norte y el río Ebro, existen 23 núcleos de población, 320 km2 de extensión dedicada casi exclusivamente al monocultivo del viñedo. Para ello cuenta con las mejores condiciones posibles: suelos arcilloso calcáreos, microclima atlántico-mediterráneo, orientación sur, pequeñas parcelas en laderas y una historia vitivinícola que se remonta más allá de la ocupación romana. Yacimientos de la Edad de Bronce y Hierro, dólmenes, estanque celtibérico, necrópolis, lagares rupestres y otros vestigios nos hablan de un territorio habitado desde hace miles de años con dedicación plena al cultivo de la vid.
Viñedos centenarios, rutas de montaña y entre viñedos, lagunas biotopo protegido. Villas cuidadas con esmero por sus habitantes nos hablan de su esplendor en la Edad Moderna.
Mejores bodegas Rioja Alavesa
Para hablar de bodegas Rioja Alavesa tenemos que hablar de enoturismo y no de vinos, que no es lo mismo. Porque aquí, en este cachito de Álava situado entre el Ebro y la Sierra de Cantabria ‘inventaron’ este tipo de turismo en nuestro país. El maridaje de su éxito está formado por cierta fotogenia arquitectónica, una ruta del vino capaz de dar visibilidad a todo tipo de establecimientos y unos pueblos que han sabido aprovechar el tirón para volverse encantadores. Y, como la fiebre por la visita de bodegas cada vez tiene más adeptos, aquí van las mejores once propuestas hasta la fecha.
Marqués de Riscal
Detrás de la cubierta y el hotel que hizo despuntar a esta vitivinícola y que, para qué engañarnos, nos demostró a todos que las bodegas podían ser las catedrales del siglo XXI, hay siglo y medio de historia. Y eso es lo que se aprende adentrándose en sus entrañas , paseando por nichos y cavas centenarias en las que se escudriña su pasado antes de deslumbrarse con el futuro made in Gehry. Una forma más auténtica de aproximarse al vino más allá de los fuegos artificiales y de entender cómo esta empresa ha llegado hasta aquí a base de buenos caldos que no traicionan la tradición. Más información aquí.
Eguren Ugarte
El mirador que corona su hotel es ya su gran elemento distintivo desde que vislumbra sobre el asfalto de la A-124. La punta del iceberg de un completo complejo enoturístico que comprende hotel, restaurante, bodega con calados centenarios y otros espacios artificiales como su cueva. Un resort nacido para atraer a amantes del vino que completa su experiencia más tradicional con otras actividades como paseos en segway entre los viñedos o vendimias en familia. Más información aquí.
Ysios
Forma parte de la conocida como Milla de oro de Rioja Alavesa y ejerce como paradigma de lo que debe de ser una bodega de autor (arquitectónico) . Aquí, bajo sus ondulada cubierta, se repite el nombre de Calatrava para bien y para mal. Dejando las polémicas a un lado, su silueta que imita y dialoga con los picos de la Sierra de Cantabria es ya un icono de la contemporaneidad bodeguera y un imán para curiosos. En su interior, esa perfección cromática, de materiales y de formas geométricas casi de ciencia ficción continúa, con la recompensa de la cata mirando la estampa de Laguardia como colofón final en la que es una experiencia un tanto aséptica pero, a la vez, imprescindible. Más información aquí.
Baigorri
Aunque no cuenta con la misma reputación que otras vecinas, esta bodega podría considerarse como la perfección enoturística. Combina todos los elementos de éxito empezando por una arquitectura que le da marca, además de servir al vino de muy diferentes formas. Primero, por que se sirve de la gravedad para vinificar. Segundo, porque está abierta a los ojos, permitiendo que se observe todo el proceso desde sus pisos más altos. Y tercero, porque mediante su rampa se puede participar de todos los pasos que sigue el vino, tan cerca y a la vez tan lejos. Eso sí, Baigorri no se entiende sin su restaurante situado al final de la visita y sin las sobremesas entre barricas.
Valdelana
Situada en Elciego, esta coqueta bodega tiene el desafío de ganarse un hueco en un pueblo demasiado monopolizado por Marqués de Riscal. Y lo consigue gracias a una experiencia enoturística original y única. Con el hilo conductor de ser un museo etnográfico y vitivinícola, el visitante se adentra en unos calados que tienen más de 500 años en su haber y que cuenta con espacios tan icónicos como su capilla de la virgen de la Plaza que data de 1583. Un universo bajo tierra ideal para neófitos y familias.
Casa Primicia
Su principal logro ha sido el de su propia reinvención, el de su capacidad para dejar atrás sus años como bodega industrial para entregarse a la experiencia estética. Y para ello rehabilitaron la antigua sede situada en el entramado medieval de Laguardia, dejando a la vista los avatares de los años y las curiosidades históricas para darle más verosimilitud a su herencia. O lo que es lo mismo, le dieron vida al que está considerada como el negocio vitivinícola más antiguo del mundo. En su visita, se ahonda en la importancia económica de las bodegas en el pasado, se adentra en sus viejos depósitos de piedra y se cata en sus calados rememorando las historias de Zalacaín, el personaje de Pío Baroja que solía burlar las defensas carlistas colándose por los túneles que cobijan las barricas.
Solar de Samaniego
Lo más asombroso de esta bodega es que ha sido capaz de cambiar su destino sin necesidad de liarse la manta a la cabeza y destruir todo. Situada en la zona industrial de Laguardia, su reinvención ha venido de la mano de los murales que Guido van Helten dibujó sobre sus antiguos depósitos de hormigón. Unos espectaculares retratos de personas que trabajan en la bodega así como en varios oficios de los alrededores que buscan perpetuar a los otros protagonistas de cada botella de vino. Junto a este delirio de street art, la bodega incluye otras novedades como los espacios enoliterarios diseñados por el interiorista Lázaro Rosa Violán situados entre barricas, cúpulas de cemento y vigas desnudas de un tiempo pasado más industrial y menos estético.
Valdemar
Acaba de comenzar con su programa de visitas al público y lo ha hecho con fuerza. Se trata de una experiencia en la que se aprende a distinguir entre bodega tradicional y bodega de autor, con dos espacios diferenciados (Conde de Valdemar e Inspiración Valdemar) donde se realizan, por un lado, los vinos más clásicos y, por el otro, los más creativos que explotan al máximos los coupages y las variedades que permite esta D.O.C. Un paseo bipolar que se realiza entre pequeñas catas de sus vinos en lugares emblemáticos, siempre con la copa en la mano y con los estímulos a flor de piel. Una verdadera sorpresa en la siempre olvidada localidad de Oyón.
Luis Cañas y Amaren
Cuenta con un nombre y un apellido con bastante relumbrón en España (prácticamente no exporta sus vinos) , lo que he la permitido ser siempre una de las bodegas con más tirón entre el enoturista medio. Sin embargo, esto no les ha empujado a conformarse. Las últimas novedades de su sede en Villabuena de Álava es su wine bar y su mirador sobre las viñas con las que consigue que la experiencia sea mucho más sensorial que antaño. A ello hay que añadirle la apertura, en las próximas semanas, de Amaren, la marca con la que se embotellan sus vinos más personales y que, por fin, tiene una sede a su altura. Situada en Samaniego, en el edificio de la antigua vitivinícola Palesa, este nuevo must de Rioja Alavesa ha sabido conservar los guiños históricos y añadirle algunas curiosidades como los huevos de resina Proxy así como sus modernas salas de catas.
Viña Real
La casa de CVNE en Rioja Alavesa reina en un cerro a las afueras de Laguardia, donde han conseguido ser la mejor embajadora del método bordelés en la zona. Primero lo fueron por su dominio de la crianza en barrica y, gracias a la sede que abrieron con el nuevo milenio, también lo han sido en cuestiones arquitectónicas. Obra del enoarquitecto Philippe Maziéres, el edificio parece una gran tina por fuera, mientras que por dentro cede el espectáculo a la grúa circular que traslada el vino de depósito en depósito, llevando la vinificación por gravedad hasta sus últimas consecuencias. Además, su concéntrica sala de barricas o las impresionantes cavas excavadas por la tuneladora del metro de Bilbao completan este show de vino y arquitectura.
Torre de Oña
Su principal atractivo es el de haber sido capaz de versionar un Chateau francés a las española. La casa-palacio , un fantástico edificio de piedra que se puede alquilar para estancias y grupos, preside los dominios de esta bodega que cree y defiende fervorosamente las bondades del vino de pago. De ahí que su visita gire entorno a los viñedos, al terruño y a la vinificación menos invasiva. Y siempre con la estampa de la fachada de piedra y de la ermita de Santiago en el horizonte.
Dónde comprar los productos de bodegas Rioja Alavesa
Finalmente, los vinos de bodegas Rioja Alavesa pueden adquirirse directamente en la tienda de la bodega, en comercios especializados y a través de amazon.